Monigote fugitivo en Kagoshima

BUENAS NOCHES PUNPUN
Inio Asano

MAN bue 1-13

 

La próxima vez que alguien os diga que eso del manga no es más que un entretenimiento banal para adolescentes descerebrados, recomendadle que se lea algo de Inio Asano: Solanin, Reiraku, La chica a la orilla del mar o su obra más ambiciosa hasta la fecha, Buenas noches Punpun. No puedo garantizaros que le gustará, pero os aseguro que no quedará indiferente y, desde luego, se retractará de sus palabras. Porque en la historia del cómic se han escrito pocas historias tan complejas, poliédricas y desconcertantes como este manga monumental (¡cerca de 3.000 páginas!), serializado en Japón entre 2007 y 2013, publicado en España en trece tomos por Norma Editorial... y hoy a vuestra entera disposición en las estanterías de la Biblioteca Pública de Segovia.

Típicamente, Inio Asano (Isioka, 1980) hace cómics para adultos que presentan el mundo a través de la mirada de los niños. Dead Dead Demons Dededede Destruction narra una atípica invasión extraterrestre desde el punto de vista de un grupo de niños, y es una niña entre monstruos la protagonista de su antifábula Héroes. No se trata de niños idealizados: son criaturas caprichosas e impredecibles, rebosantes de mocos, mugre e ignorancia, que cuando se juntan en pandilla hablan a escondidas de crímenes y porno para hacerse los mayores. Pero aun así, para Asano son portadores de una luminosa inocencia que contrasta con el mundo de los adultos: estos se nos aparecen como seres histriónicos, irremediablemente dañados, devenidos un triste manojo de neurosis e inseguridades. Los adultos somos niños echados a perder. Describiendo un ambicioso arco temporal, Buenas noches Punpun es un relato de transición de la infancia a la edad adulta, que nos ilustra descarnadamente cómo corremos el peligro de perder el alma en el proceso.

Y lo hace valiéndose de un recurso verdaderamente original: mientras el entorno urbano en el que transcurre la acción está dibujado en un estilo hiperrealista y los personajes secundarios presentan el habitual trazo de Asano, delicado y minucioso, nos encontramos con que el protagonista de la historia y su familia son monigotes, una especie de pollos mal dibujados. ¿Por qué? Eso queda abierto a la interpretación del lector. Por si fuera poco, a lo largo del manga asistimos a las sucesivas mutaciones del aspecto de Punpun en su transición a la vida adulta: zarandeado por la vida, lo que en principio era un pollito puede acabar convirtiéndose en un garabato, un triángulo flotante... o un monstruo terrorífico.

Un enjambre de temas secundarios acompaña a la trama principal: las sectas apocalípticas, el desempleo, la vacuidad de la vida en la sociedad posindustrial, el nihilismo como única salida para una juventud desencantada. Todo ello contribuye a hacer de la lectura de Buenas noches Punpun un auténtico tour de force que deja poso duradero en quien se atreve a sumergirse en sus páginas.