Taller
de Escritura Creativa
Durante la primera quincena de agosto
de 2024 ha tenido lugar en la Biblioteca
Pública de Segovia un taller de escritura creativa del que nos habla, en esta entrada de blog, la persona que lo ha impartido, Maribel
Gilsanz.
Observar
y anotar
En el taller titulado Observar y anotar, que he impartido estos días en la Biblioteca Pública de Segovia, hemos indagado en las libretas de notas y cuadernos de trabajo de numerosos escritores y escritoras de todos los tiempos. Chéjov, Henry James, Charlotte Brontë, Marguerite Yourcenar, David Foster Wallace y muchos otros han servido de inspiración. También otro tipo de apuntes que han dejado eco en la visión de la obra de diversos autores, como los recogidos en servilletas de bares; o la famosa nota que se encontró en el bolsillo de la chaqueta de Antonio Machado, por citar un ejemplo. Libros en los que se recogen notas, como El libro de la almohada, de Shei Shonagon, han sido muy prácticos a la hora de ampliar registros. Dada la cercanía con el tema que nos ocupaba, también varios diarios han formado parte de la indagación. Se ha ofrecido bibliografía de libros de técnica narrativa al tratar temas como la construcción de personajes, la elaboración de diálogos o el uso de diferentes recursos narrativos…
La motivación también ha llegado de la
mano de los cuadernos de trabajo de escritores que a la vez han sido artistas. Y
de todo tipo de observadores: científicos, naturalistas, humanistas… En un afán
de atender las pasiones de todo el grupo y las conexiones múltiples, hasta los
temas más inesperados se han colado en nuestros encuentros, pues he planteado
el curso como la metáfora de un viaje. Un viaje no para turistas, sino para
auténticos viajeros; en el que pudiera explorar cada uno con su propia
sensibilidad y atender sus intereses particulares, a la hora de recoger
emociones, divagaciones, experiencias, recuerdos o fantasías…
Pequeñas excursiones de unos minutos por
distintas secciones de la biblioteca han servido de contraste con las nociones
teóricas o los ejercicios de improvisación. Cada sesión estaba programada para
unir el tema de la sección elegida con una preparación previa que hacía sacar
el máximo partido a la “excursión”. No es fácil dar una idea sin vivirlo, dada
la intensidad de la experiencia colectiva. Para intentar ofrecer unas
pinceladas: las notas trabajadas por un escritor periodista podían unirse a la
zona de prensa, las notas de un cuaderno de viaje de un escritor al pasillo de
las guías viajeras, un ejercicio relacionado con la écfrasis podía provocar una
excursión a la sección de arte, o un trabajo sobre la sensorialidad favorecer
un recorrido por todo el recinto…
Tener a mano tantos libros permitía ilustrar
muchas de las conversaciones con un objeto físico que les sirviera a los y las
participantes de inspiración. Dar sensación de magia. Hacer presente la
sorpresa. Tocar el material con las manos. No por ello hemos dejado de sacar
partido a lo que pudiera ofrecernos el mundo virtual relacionado con el tema
que tratábamos. De hecho, se generó un interés especial en analizar los
recursos utilizados por diferentes tipos de instagramers. La búsqueda y
encuentro de similitudes y diferencias con grandes autores y artistas.
He procurado que los alumnos sintieran
que llevaban conmigo el timón a la hora de elegir destinos. Confío en que el
trayecto realizado les continúe dando frutos. Han sido unos compañeros de viaje
estupendos. Muy agradecida con ellos y con la biblioteca, que sabe hacer de un
lugar de libros un interesante hogar y el mejor de los medios de transporte.
Maribel Gilsanz
Agosto, 2024
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